Saturday, February 18, 2006

De vasitos y vasos

Ayer me ocurrió lo siguiente:

Me acerqué a la barra de la cafetería de la Universidad y pedí un «vasito» de agua. La camarera me preguntó: "¿poquita agua, para una pastilla, o un vaso de agua?" "No, no, un vaso de agua normal" "Ah, vale. Es que, como me has pedido un vasito..." "Es que lo mío con los diminutivos no tiene nombre...".

Luego reflexioné un poco sobre la cuestión. Recapitulé y me di cuenta de que, efectivamente, tiendo a pedir «vasitos» de agua en lugar de «vasos». Y encontré una posible explicación: el diminutivo aplicado al favor solicitado disminuye simbólicamente el esfuerzo que exige dicho favor.

La camarera tendrá que coger un vaso, llevarlo hasta el grifo, llenarlo y, si le da por ahí, ponerle un cubito de hielo. Y eso será así le pida un vaso o un vasito. Sin embargo, a mí me da la sensación de que, al pedir un vasito, el esfuerzo que le estoy exigiendo es menor.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

si, lo de pedir no se da bien a quien sabe lo que cuesta dar. se es egoista en ambas direcciones.

11:57 AM  

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